A todos los Policías

Cualquier persona que nos conoce y nos ha seguido, nuestras actuaciones se puede haber dado cuenta que no se ha actuado en forma precipitada por medio del Sindicato, ni de parte nuestra y en todos los casos que hemos puesto a la luz de la lupa, únicamente nos ha animado el deseo de que la familia policial se sepa respaldada.
Lógicamente que sabemos que los hechos denunciados involucran personas de uno y otro lado, pero se ha manejado con la seriedad que siempre ha merecido la denuncia y la seriedad que cada caso lo ha merecido. No vamos a justificar bajo ningún concepto el retardo en los procedimientos, luego que se realicen las denuncias al nivel que se realicen, porque para todos debe de ser conocido, que somos los propios Policías, quienes debemos dar las respuestas más rápidas y más certeras a la hora que nos llaman.
Seguro es, que es muy difícil cambiar las mentes enfermas de personas que por años, se han dedicado a hacer sentir al personal sujeto a su antojo y engaño y también cuesta cambiar la cabeza de la gente que por años ha dicho "si señor" y ha olvidado que su libertad comienza cuando sus propios padres lo gestaron o la gestaron.
Cuesta a veces hacerles saber a los demás cuando son los que mandan: " Se acabó, no más presión, no más opresión y no más fábulas ni mentiras, soy una persona con derechos y soy sujeto de ese derecho".
También debemos de saber que ese derecho nos genera obligaciones. La obligación de pararnos frente a la vida y decir y sentirlo internamente: Soy un ser único e irrepetible. Nunca hubo ni habrá otro ser como yo y la sociedad espera algo de mí y yo quiero dar algo de mi.
También debemos saber que por sobre todas las cosas somos seres sociables, inmersos en un contexto cultural e histórico, donde no era común que denunciáramos cuando alguien se entrometía en nuestra intimidad y/o pretendiera manejar con sus criterios nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vida.
Compañeros, a veces se hace dificil poder expresar todo lo que nos hemos callado por años y más dificil es pretender explicar con las palabras más simples todo lo que nos agolpa en la mente. Lo cierto es que hoy por hoy, ya no somos dos o tres locos sueltos, con la lengua suelta, que pretenden "enlodar" la vida de los que nos mandan. Somos un SINDICATO FUERTE Y UNIDO, con los ojos bien abiertos y los oidos atentos y con la capacidad de escuchar y hacernos ecos de los verdaderos problemas de los compañeros.
No debemos olvidar que "no solo de pan vive el hombre" y que todos los habitantes de nuestro Uruguay estamos convocados todos los días a vivir una vida digna, basada en la igualdad y el respeto a los demás y el que merecemos. Tengamos fe, que todo lo que nos propongamos podemos conseguirlo, con respeto, con trabajo y con afecto por la tarea que nos propongamos.
Nada es gratis en la vida y debemos ponernos a trabajar como lo hizo nuestro propio procer, seguros y en el convencimiento de que "NADA DEBEMOS ESPERAR SINO DE NOSOTROS MISMOS" y decididos a ser cada día "TAN ILUSTRADOS COMO VALIENTES".
Compañeros, como siempre UNIDAD, SOLIDARIDAD Y LUCHA.